Al valorar de manera integral la causa de la construcción y defensa nacional después de la Gran Victoria de la Primavera de 1975, el informe político presentado en el Congreso resaltó los logros en los sectores de la economía, la política y la sociedad, así como en la superación de las consecuencias ocasionadas por la guerra y los desastres naturales. Mientras, la tarea de perfeccionar el socialismo en el sur también alcanzó resultados iniciales.
Sin embargo, el documento señaló deficiencias como desequilibrios de la economía y dificultades en la vida de la ciudadanía debido a subjetividad, impaciencia, el planteo de objetivos demasiado ambiciosos y no alcanzables además del mantenimiento por un tiempo muy prolongado de mecanismos de gestión administrativa burocrática y la economía de subsidio.
En cuanto al plan quinquenal 1981-1985, el Congreso reafirmó la importancia de centrase en resolver los asuntos urgentes para estabilizar y mejorar la vida del pueblo, desarrollar y reorganizar la producción y reasignar y redistribuir el trabajo social.
Además, señaló la necesidad de promover las reformas socialistas, adecuar el régimen de propiedad, la gestión, la distribución, y enfatizó la importancia del ahorro, especialmente en los sectores de la construcción y la industria básica.
El informe también urgió a promover la aplicación rápida y amplia de los logros y avances científicos y tecnológicos en la producción, renovar el sistema de gestión de la economía, impulsar las actividades culturales y de salud, a tono con la demanda y las posibilidades económicas, así como reforzar la defensa y la seguridad nacional.
El Congreso determinó que en los siguientes cinco años, la construcción del Partido debía lograr objetivos como renovar y crear cambios profundos y fundamentales en el trabajo ideológico y de organización; elevar la capacidad de liderar en sectores como sociedad, defensa nacional, seguridad y especialmente economía.
La renovación del liderazgo del Partido, asociado con la renovación del mecanismo de gestión económica y la racionalización de la plantilla del Partido y Estado, y mejorar la capacidad combativa de los filiales partidistas y el fortalecimiento de los contingentes de militantes también figuraron entre las metas principales.
El Congreso subrayó la necesidad de mejorar la formación, renovación y capacidad de los cuadros para garantizar la firmeza del Partido. También reiteró la importancia de mantener y promover la tradición de la unidad consecuente del Partido, implementar los principios del centralismo democrático y ejercer la crítica y la autocrítica de manera sistemática.
El Congreso eligió a los 116 miembros oficiales y 36 suplentes del nuevo Comité Ejecutivo Central, y a los 13 miembros oficiales y dos suplentes del Buró Político. El camarada Le Duan fue reelegido como secretario general del Partido.
(Editado de: Los documentos completos y la Crónica del Partido Comunista de Vietnam)